sábado, 5 de noviembre de 2011

En Cantabria


En esta pasada de lugar he pasado el puente. Levantarse y ver este paisaje por la ventana no tiene precio. La cabra siempre tira al monte y como buena cabra, el monte me puede. Soy inmensamente feliz cuando puedo salir al campo a gastar las suelas de los zapatos. Y ver animalitos, por supuesto :)



Y si me llevan a ver cuevas y más cuevas y arte rupestre... ya ni os cuento xDDD
Aquí un rubio protege la entrada a la cueva a la que hay que entrar arrastrándose. Preservo su anonimato ;)


En el interior: estalactitas, bifurcaciones y... a ver si descubrís algo especial en la foto de abajo ;)


La casa donde nos alojábamos me pareció el paraíso, entre prados y con una buena cuadra para las Mugildas:


El anfitrión nos instruyó en el arte del ordeño y la becerra mugía al oler la leche de su madre. Parte de lo ordeñado se lo merendó en un suspiro. De paso, intentó comerse el mono que llevaba, porque estaba algo manchado de leche xD


Fuimos al nacimiento del Ebro, un lugar que me recordó los bosques de Kyrgystan. Mágico sitio.


Por todas partes aparecían rincones especiales, al lado de cualquier camino, como en la bajada de una de las colinas, que surgió esta preciosa cascada de entre los árboles:


Por vez primera ví el Cantábrico y en una de sus playas dibujamos con luz, una experiencia que espero repetir :)


¿A que fue una celebración de Samhain perfecta? Y eso que mis compañeros de viaje no sabían que estaba celebrando Samhain en secreto xD

PD: Fotos del rubio anónimo y mias, con algún retoque de color, que en la realidad era  como en el retoque y en las fotos salía con tonos frios e irreales (que por cierto, vaya tiempazo hizo)

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