domingo, 10 de abril de 2011

"Ah, si yo hubiera..."

- ¿Te acuerdas...?
- Tengo... muy buena memoria, gracias.
- ¿Nunca te has preguntado cómo habría sido la vida si hubieras dicho que sí? - quiso saber Ridcully.
- No.
- Supongo que habríamos echado raíces en algún sitio y tenido hijos, nietos, esa clase de cosas...
    Yaya se encogió de hombros. Era la clase de cosa que decían los idiotas románticos. Pero aquella noche había algo en el aire...
- ¿Y el incendio qué? - dijo
- ¿Qué incendio?
- El que consumió nuestra casa justo después de nuestra boda. El que nos mató a los dos.
- ¿Qué incendio? No sé nada de nungún incendio.
    Yaya se volvió hacia él.
- ¡Claro que no! No ocurrió. Pero lo importante es que podría haber ocurrido. No puedes decir que si esto no ha ocurrido, entonces habría ocurrido aquello otro, porque no sabes todo lo que podría haber ocurrido. Puedes pensar que algo habría estado muy bien, pero por lo que sabes podría haber resultado horrible. No puedes decir "Ah, si yo hubiera..." porque entonces podrías estar deseando cualquier cosa. Lo importante es que nunca lo sabrás. Lo has dejado atrás, así que no sirve de nada pensar en ello. Por eso no pienso en ello.

Del libro "Lores y Damas" de Terry Pratchett, un genio y un auténtico filósofo. Nadie cómo él puede abarcar tanta variedad de ramas del conocimiento con su mordaz humor.  Sí, lo reconozco, he estado con el "Ah, si yo no hubiera cometido aquella estupidez..." durante unos muy largos meses. Para empezar no habría aprendido todo lo que hoy sé, pues no habrían pasado muchas cosas buenas, malas y neutras (de las malas aprendes más rápido y... ¿mejor?) . Y para acabar: a saber qué habría pasado, sólo podemos contar con las decisiones que sí hemos tomado, no con las que "hubieran podido ser".

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